Luego de cinco décadas, el Premio Nacional a la Trayectoria Artística retoma una de las experiencias fundacionales del Salón Nacional: el ingreso de obras a la colección del Bellas Artes. Este galardón nace con el nuevo reglamento del espacio oficial para distinguir cada año la trayectoria de ocho destacadas personalidades de las artes visuales, cuyos trabajos pasarán a integrar el acervo público más importante del país.
 
Eslabón clave en la institucionalización de las artes en la Argentina, el Salón Nacional abrió sus puertas el 20 de septiembre de 1911. Como parte del programa político que estimuló su creación, este certamen fomentó el desarrollo artístico nacional y actuó como su regulador, perfilando los cánones estéticos y transmitiendo los valores educativos alentados por el Estado.
Desde entonces, las lógicas de legitimación, consagración y promoción de autores que rigen el Salón han seguido el ritmo de las dinámicas sociales y culturales de cada etapa histórica. Su vigencia, por tanto, reside en la capacidad de expresar el estado de situación del campo artístico en un momento determinado y de señalar a sus grandes referentes.
Los maestros Carlos Alonso, Delia Cancela, Juan Carlos Distéfano, Noemí Escandell, Norberto Gómez, Roberto Jacoby, Marie Orensanz y Manuela Rasjido hacen historia en la 107° edición del Salón: se trata de los primeros hombres y mujeres en recibir el Premio a la Trayectoria, un reconocimiento a quienes han contribuido de modo decisivo al arte argentino a través de su labor sostenida, aquella que, en el largo camino que recorren los artistas, construye la cultura visual de un país.