Sala PAyS (Presentes, Ahora y Siempre)
Parque de la Memoria - Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado
Av. Costanera Norte Rafael Obligado 6745, CABA
Disruptiva, feminista, pionera, fotógrafa. A 21 años de la muerte de Alicia D’Amico, el Parque de la Memoria presenta Una identidad en fuga, la primera exposición antológica de la artista que recupera sus obras y da cuenta de las diferentes temáticas en las que trabajó a lo largo de más de cuarenta años.
Curada por María Laura Rosa y Tamara García Iglesias, la muestra se divide en cinco núcleos temáticos que reflejan el lenguaje artístico que construyó D’ Amico: Desafiar la desaparición, El viaje: de la línea recta a la curva, Publicar o morir, La intimidad como honestidad, En la casa y en la plaza.
Desde sus investigaciones en torno a la identidad femenina a través de retratos y desnudos hasta su compromiso en las calles con su lente como instrumento puesto a disposición de los movimientos feministas, esta exposición invita a hacer un recorrido por su carrera y a reflexionar sobre la vigencia que tienen estas discusiones en la actualidad.
Cada una de las zonas exhiben los múltiples intereses en los que D’Amico puso su particular mirada y que la convirtieron en una de las fotógrafas más importantes del siglo XX: las desigualdades, las identidades sexo-genéricas, la vejez, las amistades, el pueblo mapuche y las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, además de los
retratos que hizo a destacadxs escritorxs como Alejandra Pizarnik, Olga Orozco, Pablo Neruda, Jorge Luis Borges y Julio Cortázar.
Luego de un largo período en el que su archivo permaneció resguardado, esta exposición se presenta como un homenaje que reivindica el invaluable aporte de una fotógrafa que impulsó su arte como herramienta para involucrarse en los cambios sociales y políticos de su época.
Una identidad en fuga es un proyecto producido por el Parque de la Memoria, dependiente de la Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural del GCBA y contó con el apoyo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
Sobre los aires, aguas y lugares
Antes de saber de la existencia de microbios y gérmenes que nos enfermaban, el mundo y el cuerpo se explicaban con la teoría de los humores. “Sobre los aires, aguas y lugares” es uno de los libros más relevantes del Corpus Hippocraticum, en esta obra se detallan los puntos que debe conocer quien quiera estudiar medicina: efectos de los vientos; propiedades de las aguas; posición de la ciudad, el suelo, el tipo de vida de los habitantes. Esta visión en la que nuestros líquidos eran atravesados por el cosmos, que nos moldeaba como barro, tiene hoy mayor vigencia que nunca, atravesados como estamos por la migración y las temporalidades.
Alicia D’Amico fue guiada por el sol hasta convertirse en Libra, nació en una ciudad orientada al norte llamada Buenos Aires. Ciudad-Delta azotada entre la Sudestada y el Pampero. Entre el Río de la Plata y El Riachuelo. Era y es como ese médico que llega a una ciudad desconocida, y cuenta el mundo a través de este paisaje construido que nos atraviesa. Su compañera Sara Facio nos narra que en plena adolescencia un suceso conmovió a D’Amico: “se hizo obligatoria la libreta cívica femenina. El estudio de su padre, fotógrafo, se inundó de ciudadanas: colas interminables de mujeres desde la madrugada”. Este acontecimiento le infundió una clara conciencia sobre el significado de la imagen: personas convertidas en imagen, esa imagen convirtiéndose en documento y ese documento decidiendo nación. En estos momentos en los que las teorías feministas y descoloniales han desarticulado los conceptos de “calidad” y “valor”, en los que se ha demostrado que no existe un piso común sobre el que tomar decisiones ni posiciones artísticas, se imposibilita escribir sobre arte tal como veníamos haciéndolo en catálogos y textos. Asistimos, como dice Nelly Richard, “a un desplazamiento que nos lleva de la tradición apoyada en el «valor estético» hacia un nuevo contexto”. Esta muestra es una invitación a desarticular el lenguaje, la identidad y las aguas con las que nos han descrito. Quizás es época de escucha y no de discurso.
Tamara García Iglesias
Alicia D’Amico (Buenos Aires, Argentina, 1933-2001)
Gracias a una beca de estudios que recibió del Gobierno de Francia, Alicia D’Amico se estableció en París para ampliar sus conocimientos en teoría e historia del arte. A su regreso estudió fotografía con su padre, Luis D’Amico, en su estudio de Buenos Aires, y luego continuó su formación con Annemarie Heinrich. En 1960 abrió en Buenos Aires su propio estudio fotográfico en sociedad con Sara Facio. Asimismo, publicó artículos especializados en fotografía en los periódicos La Prensa, Tiempo Argentino y La Opinión, así como también en las revistas Crisis (Argentina), Foto Mundo (México), Camera (Suiza), Photovisión (España), entre otras.
En 1973, D’Amico, Facio y Cristina Orive fundaron La Azotea, editorial dedicada al fotolibro latinoamericano. En 1979 formó parte de la fundación del Consejo Argentino de Fotografía junto a otrxs fotógrafxs. Frente a este organismo, participó en la curaduría y organización de eventos y como jurado de numerosos premios.
A partir de los últimos años de la última dictadura cívico-militar argentina, su trabajo estuvo centrado en el rol de la fotografía para reflexionar sobre la identidad femenina a través de investigaciones que incluyeron los géneros de retrato y desnudo.
Como militante feminista, D’Amico participó en la conformación de la Unión Feminista Argentina (UFA) en 1970 y de Lugar de Mujer, en 1983. Su trabajo fue expuesto en numerosos países y sus obras hoy se encuentran en distintas colecciones, como la del Museo Nacional de Bellas Artes (Argentina) y la del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (España).
La artista recibió numerosos premios, entre ellos el de la Fédération Internationale de L’Art Photographique (Suiza, 1965), el primer premio en el Concurso de Países Escandinavos (Dinamarca, 1969), y los premios Konex, junto a Sara Facio, y Alicia Moreau de Justo (Argentina, 1982 y 1985, respectivamente). También fue directora artística del Festival de la Luz, prestigioso evento dedicado a la fotografía argentina e internacional.