Nota publicada online
Hasta el 27 de agosto puede visitarse la primera exposición individual del artista radicado en Berlín en un museo de Argentina. Saraceno nos invita a disfrutar de un “concierto cósmico” colectivo. Aracnofóbicos, abstenerse. Un excelente programa para estas vacaciones de invierno.
Dos impactantes instalaciones en los que el artista combina su interés por la aracnología y la astrofísica con el sonido y las artes visuales.
¿Podemos imaginar 7.000 pequeñas arañas tejiendo en comunidad en la sala de un museo?
La imagen, sin lugar a dudas, resulta conmocionante y el resultado asombroso. Para comprobarlo basta recorrer en estos días la sala del segundo piso del MAMBA convertida en un laberinto oscuro en el que sólo están iluminadas cientos de telas tejidas por estas hacendosas criaturas y donde perdemos por completo la noción del tiempo y el espacio. Para tranquilidad del visitante, las 7.000 trabajadoras ya están de vuelta en su lugar de origen: el monte correntino. Aquí solo queda el resultado de seis meses de trabajo. Trabajo intenso y compartido por Tomás Saraceno, creador del proyecto, Victoria Noorthoorn, directora del museo y curadora de la muestra, un equipo interdisciplinario y una comunidad de 7.000 arañas Parawixia bistriata autóctonas.
Curioso, creativo y apasionado, Tomás Saraceno (1973) es uno de los artistas mas reconocidos del arte contemporáneo. Tucumano de origen y formado como arquitecto en la UBA, vive y trabaja en Berlín donde su práctica artística se nutre de intereses siempre referidos al hombre y su hábitat -arte, arquitectura, ciencias naturales y sociales- y se distingue por su audacia. En la última década, el artista y su estudio fueron pioneros en el estudio de telarañas inventando métodos revolucionarios que han permitido expandir los horizontes de la investigación artística y científica. Su obra forma parte de colecciones del MOMa en Nueva York, del SFMOMA en San Francisco, del Walker Art Center en Minneápolis, el Portikius en Frankfurt y del Hamburger Bahnhof, Staatchile Museen en Berlín. El 2012 su exhibición Cloud City presentada en el MET fue la mas visitada del museo durante los meses de primavera/verano. Y seguramente sucederá lo mismo con esta exposición en el MAMBA.
En el segundo subsuelo del museo la situación es aún mas impactante. Con la instalación The Cosmic Dust Spider Web Orchestra, el visitante tiene la oportunidad de dejar de lado su rol de observador y convertirse en partícipe de una gran ópera interpretada por una araña Nephila clavipes que hace música rasgando la tela, el polvo que se mueve en el aire y produce una melodía de fondo y el propio visitante que, según como se mueva, agita este polvo cambiando el ritmo de los sonidos. Aquí nuevamente “abandonamos” el museo para adentrarnos en la profundidad del Universo y comprobar que sólo somos una partícula tan pequeña como necesaria del Cosmos.
Saraceno, asistido por la tecnología, mueve montañas. Cuatro diminutos y potentes micrófonos captan el rasguido de la araña sobre la tela que la convierten en intérprete. Al mismo tiempo una fuente luminosa hace visible el polvo cósmico que habitualmente nos rodea y raramente percibimos. A cada partícula, un sofisticado sistema creado por el artista se le asigna un sonido según la zona y la velocidad con que ésta se desplace para reproducirse en los 30 altoparlantes instalados en la sala. Finalmente, el visitante agita estas partículas de polvo con su propio movimiento y es capaz de cambiar el ritmo de la música aún sin proponérselo. Y, nuevamente interviene la magia de la tecnología que reproduce la situación en un video y la amplifica produciendo nuevas vibraciones que impactarán en la telaraña. Así la música seguirá sonando.
Tomás Saraceno, con su arte, nos enseña en esta oportunidad como atrapar el universo en una telaraña y nos incluye en ella, dándonos la posibilidad de amplificar nuestra percepción sensorial y disfrutar a pleno de nuestra humanidad.