Nota publicada online
Yuyo Noé (Buenos Aires, 1933) nos vuelve a sorprender. Bajo el título No obstante, presenta en Rubbers el resultado de su trabajo reciente. El artista se arriesga una vez más, sintetizando su propio proceder -el siempre pinta ideas-; en esta oportunidad indica que lo que se dice a continuación contradice lo antedicho, pero sin invalidar lo primero.
Noé utiliza el plano dividido para dar forma a su concepto de visión quebrada, emplea el frente y reverso del bastidor armando una gran instalación que ocupa todo el espacio de la sala. Desde principios del siglo XXI, comienza a explorarlo primero en lo que él llama dibu-pintura, una mixtura sin distinción entre disciplinas, una estética repleta de fuertes tensiones visuales entre planos de color, intrincada en los detalles y complejidades rítmicas; cobrando volumen en el relieve hasta convertirse en escultura. El espacio que avanza en un sentido y el color a veces retrocede, o viceversa. Incluso en algunas oportunidades se neutraliza. De este modo Noé nos brinda una lúdica fiesta para el ojo, como afirma Cecilia Ivanchevich en el prólogo del catálogo.
Noé realizó cerca de 100 exposiciones individuales desde 1959, tanto en la Argentina como en los Estados Unidos y Europa. Su pintura está atravesada por la conciencia de la incertidumbre y el malestar en el mundo. Su trabajo está en continuo movimiento y contagia al espectador con su entusiasmo. Yuyo insiste en su provocadora desmesura y, No obstante, se revela como uno de los grandes artistas contemporáneos.