Somos energía. Pura y vibrante. Somos miles de millones de partículas danzantes en continua transformación. Sin embargo, nos definimos como uno y único.

Inés White es fotógrafa, pero también podría ser pintora, ya que ella pinta con luz y su pincel es la cámara. Lo suyo es la toma directa. A velocidades muy lentas y sobreexponiendo, capta formas danzantes que bien podrían ser esta energía, pura y vibrante, que trasmuta la materia de todos los que habitamos el universo. Tampoco importa el lugar, sólo el instante que capta, primero su ojo y, mas tarde, su cámara.

"Anónimos" a muestra que presenta en Galería Rubbers Internacional, hasta el 15 de enero, es el resultado elogioso de este trabajo.

Laura Novoa, inspirada en estas fotografías etéreas, fue la encargada de ponerles sonido. Agudos a los blancos y graves a los oscuros; voces envolventes que comenzamos a reconocer y enseguida se esfuman. Como en estas fotografías. Ambigüedades que seducen y nos abren a nuevas dimensiones.

Originales y absolutamente contemporáneas, las fotografías de Inés White, como asegura Jorge Trainini en el texto del catálogo, “abren una puerta en que el hombre contempla su propio misterio”.

Recomendación: No perderse esta oportunidad de visitar la muestra y vibrar con una obra singular.