Nota publicada online
El barroco como uno de los grandes movimientos artísticos de la historia del arte, tuvo como una de sus figuras referentes a Michelangelo Merisi da Caravaggio, que introdujo novedades formales y temáticas a través del denominado tenebrismo. Desde el 25 de octubre, el Museo Nacional de Bellas Artes, presenta la muestra “Caravaggio y sus seguidores” que, con entrada gratuita, permite la visita a una selección de obras que proponen la invaluable experiencia en vivo de las grandes pinturas del barroco tenebrista.
La muestra, montada en la sala de exposiciones temporarias, fue concebida por la Doctora Rossella Vodret y curada por Giorgio Leone – ambos italianos y especialistas en el artista-, y plantea un recorrido a través de siete obras de Caravaggio que son acompañadas por pinturas de otros catorce artistas influenciados por su técnica –conocidos como Caravaggistas-. Antes del ingreso a la sala, se presenta una cronología de Michelangelo Merisi en donde se marcan hitos relevantes de su vida y obra que contextualizan su producción. Nacido en 1571 –se supone que en Milán-, a los cinco años, se trasladó con su familia a Caravaggio – en la zona de Lombardía, noroeste de Italia – y allí adoptó su pseudónimo. Los diferentes viajes por Italia a lo largo de su vida, fueron significativos para la difusión de su obra, pero además, el artista fue una figura muy reconocida por sus innovaciones plásticas y temáticas, y por su vida polémica cargada de discusiones, peleas, acusación de asesinato y portación de armas blancas.
Si bien, las obras de Caravaggio, estuvieron habitualmente, dentro de la temática religiosa, muchas veces él usaba como modelos, personas consideradas marginales, como borrachos, enfermos o prostitutas. Además, incorporó a sus trabajos el dramatismo no sólo con los juegos de luz y sombra sino también con resoluciones compositivas y una estética más cercana al realismo – novedoso para el S XVII cuyo arte era fundamentalmente idealista-. De todas maneras, estas características no impidieron que Caravaggio fuera contratado por varios mecenas, e incluso contar con una numerosa serie de encargos de la Iglesia, además de los retratos papales, como por ejemplo el que se presenta en la muestra: Retrato de cardenal (Benedetto Giustiniani?- S.XVI, Galería de los Uffizi).
El estilo tenebrista con combinación de grandes fondos negros con focos de luz muy intensa es una de las características de sus composiciones, y esto se observa claramente, por ejemplo en San Jerónimo escribiendo –obra del S. XVII de la colección de la Galería Borghese-.
Aunque Caravaggio no tuvo ningún discípulo directo, su fama, creó la corriente de Caravaggistas, que se alinearon en las técnicas del claroscuro implementadas por el artista y el realismo, muchas veces rechazado por la Iglesia y otros mecenas.
En la primera parte de la sala, comienza el recorrido con las obras de Caravaggio en donde se presentan: San Jerónimo escribiendo, San Francisco meditando, Juan Bautista que alimenta al cordero, Retrato del cardenal, San Genaro decapitado, San Francisco meditando (copia de autor), y, emplazada en una hendidura circular sobre la pared, la Medusa Murtola (1597), una de las grandes obras de Caravaggio (de la que realizó dos versiones). Ésta última, está realizada sobre un soporte de tela aplicado a un escudo circular de madera, y es considerada probablemente una de las obras más sangrientas del artista, que representó la cabeza de la Medusa decapitada, con sangre que chorrea del cuello, y su rostro gritando con ojos desorbitados y serpientes agitadas como cabellera.
Luego, en el recorrido se presentan las obras de los seguidores del artista, que continuaron, cada uno con su técnica local, el modo de iluminar las pinturas a través de lo que se conoce como el foco dirigido implementado por el maestro. Orazio Gentileschi, que fue considerado por Caravaggio el mayor de sus seguidores, es mencionado, según los textos curatoriales de la muestra, como el creador, dentro del tenebrismo, de un estilo particular de luz que se ve en la obra expuesta María Magdalena. Al mismo tiempo, se exhibe también una obra de su hija, Artemisa Gentileschi – extraño ver una mujer artista en esos tiempos – de la cual se presenta la obra Magdalena desvanecida, un desnudo sacro en donde la luz se concentra en el torso desnudo de la mujer bíblica. Todos los Caravaggistas presentan un uso particular de la luz y las sombras, una representación con fuerte tendencia al naturalismo, y, la referencia a escenas costumbristas que marcó uno de los primeros pasos hacia el realismo que surgió posteriormente en Europa.
(Lista completa de artistas: Caravaggio, Bartolomeo Cavarozzi, Leonello Spada, Orazio Borgianni, Orazio Gentileschi, Giovanni Baglioni, Giovanni Battista Caracciolo, Artemisia Gentileschi, Simon Vouet, Orazio Riminaldi, Valentin de Boulogne, Tommaso Salini, José de Ribera, Mattia Preti y Hendrick van Somer).
La muestra, cuyo costo alcanzó los u$s 700.000.-, se realizó gracias al patrocinio de las empresas: Case IH, New Holland, Iveco Argentina y Fiat Auto Argentina y al apoyo de la Embajada de Italia -gestora de la iniciativa, la decisión del director del MNBA Guillermo Alonso y a su incondicional Asociación Amigos que colaboró con $600.000 para la puesta.